lunes, 28 de marzo de 2011

LOS OJOS ABIERTOS




«Y oró Elíseo, y dijo: Te ruego, oh Jehová, que abras sus ojos para que vea. Entonces Jehová
Abrió los ojos del criado y miró; y he aquí que el monte estaba lleno de gente de a caballo, y de
Carros de fuego alrededor de Eliseo» (2º Reyes 6:17).

I.              EL OJO NATURAL ESTÁ CIEGO A LAS COSAS CELESTIALES.

ü  Dios está en todas partes; sin embargo, el pecado ha cegado los ojos de los hombres para Que no le vean.
ü  Los mismos hombres son malos, culpables, caídos; sin embargo, no ven sus propias heridas, contusiones y llagas putrefactas.
ü  Esta falta de discernimiento espiritual hace al hombre innoble.
ü  Sansón, ciego, es un triste espectáculo; de juez de Israel se hunde hasta ser un esclavo en Filistea.
ü  La ceguera espiritual mantiene a la persona contenta con este mundo, no permitiéndole ver cuán poca cosa es; por tal razón se esfuerza, y peca, y sacrifica el cielo.
ü  Esto pone a los hombres en peligro: «Si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo» (Mat. 15:14).

II.            SÓLO DIOS PUEDE ABRIR LOS OJOS DEL HOMBRE.

ü  Nosotros podemos guiar a los ciegos, pero no podemos hacer que vean.
ü  Podemos poner la verdad delante de ellos, pero no podemos abrir sus ojos; esta obra pertenece a Dios sólo.
ü  Algunos usan ojos artificiales, otros utilizan anteojos, o cristales de color, pero todo es vano cuando los ojos son ciegos. La curación es sólo del Señor.
ü  Dar la vista a un ciego es lo mismo que crear; ¿quién puede hacer un ojo? En el pecador la facultad de la visión espiritual ha desaparecido.
ü   El hombre ha nacido espiritualmente ciego, su ceguera es parte de sí mismo (Juan 9:32).
ü  Satanás engañó a nuestros padres en el Edén diciendo: «Serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses" (Génesis 3:5).
III. NOSOTROS PODEMOS ORAR PARA QUE DIOS ABRA LOS OJOS DE LOS HOMBRES.

ü  Debemos clamar: «Señor, te ruego, abre sus ojos para que vea.»

1. Cuando les oírnos inquirir por el Evangelio deberíamos inquirir a Dios por ellos. Su oración debería atraer la nuestra.
2. Las oraciones de otros cristianos fueron eficaces para nosotros; por tanto, debemos pagar esta bendición al gran tesoro de la Iglesia.
3. Glorificará a Dios abrir sus ojos; oremos con gran expectación, creyendo que El honrará a su Hijo.

IV.DIOS ABRE LOS OJOS DE LOS HOMBRES.

1. Él lo ha hecho en muchas ocasiones. Observad los muchos milagros sobre ciegos obrados por el Señor.
2. El puede abrir vuestros ojos. Son muchas las formas de ceguera, pero todas están Comprendidas en la gran afirmación: «El Señor abre los ojos de los ciegos» (Salmo 146:8).

V.           AUN AQUELLOS QUE VEN NECESITAN MÁS VISTA.
1. Hay mucho más para ver en las Escrituras. «Abre mis ojos y miraré las maravillas de tu Ley» (Sal. 119:18).
2. En las grandes doctrinas del Evangelio hay mucha luz latente.
                          3. En Jesucristo mismo hay muchas glorias ocultas.

«Señor, quisiéramos ver a Jesús» (Juan 12:21; Heb. 2:9).Una de las condiciones más tristes de la criatura humana es leer la Palabra de Dios con un velo sobre el corazón, pasar por encima de todos los maravillosos testimonios de gracia y amor redentor que las Escrituras contienen, con los ojos del alma cegados. Y es triste también, si notan censurable, pasar por encima de las obras de Dios, vivir en un mundo de flores, estrellas y puestas de sol y mil objetos gloriosos de la naturaleza y no tener ningún interés para descubrir a su Autor.

Ministerio Cristiano De Restauracion La Viña del Señor.

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